Cuando entregamos el mandato el 10 de diciembre de 2007 dejamos una Municipalidad ordenada, con el medio aguinaldo pago y los fondos del sueldo de diciembre depositados.
Del análisis de los balances 2.007, 2.008, 2.009, 2.010 y con la proyección para el 2011 surge claramente el importante y alarmante aumento del endeudamiento del municipio. A saber:
Año 2007: Saldos Bancarios: 2.154.271,09 Deudas Exigibles: 2.855.657,96.
Año 2.008: Saldos Bancarios: 4.364.625,36 Deudas Exigibles: 8.251.276,46
Año 2.009: Saldos Bancarios: 1.261.885,03 Deudas Exigibles: 14.114.634,04
Año 2.010: Saldos Bancarios: 1.678.473,40 Deudas Exigibles: 15.710.200,25
Una de las principales causas del crecimiento de este endeudamiento, que hoy asciende a $ 44.000.000, se encuentra en el sobredimensionamiento de la estructura municipal con la creación de nuevas secretarías y subsecretarías (como por ejemplo la de “Turismo”) y el aumento del personal y contratos de servicios en un 50%.
A esto podemos sumar el florecimiento desmedido de gastos superficiales e innecesarios como viáticos, publicidad, teléfonos celulares y agasajos oficiales, en desmedro de la prestación de servicios públicos indispensables como la recolección y la salud.
Mientras tanto El Bloque Justicialista Frente para la Victoria desde el Concejo facilitó la Administración Municipal con la aprobación de ordenanzas como distintos aumentos en la TGI y el DREI (ver www.concejovgg.org).
Paralelamente el Concejo Deliberante ejerció su rol de contralor (obteniendo respuestas ambiguas y sin documentación respaldatoria) recurriendo entre otras medidas a: pedidos de informes, interpelación a secretarios municipales y por último, denuncia penal.
Esta gestión, a diferencia de las anteriores, se vio beneficiada con la creación del Fondo Sojero a partir de abril de 2009 y el incremento del Fondo de Obras Menores en un 460%, fondos que tienen como destino obras de infraestructura que aún no se han realizado.
La solución ofrecida por el Dpto. Ejecutivo Municipal actual de solicitar un crédito que deberá pagar la próxima gestión para cumplir con la obligación de pagar salarios es simplemente una aspirina para un enfermo terminal.
Por todo esto, podemos afirmar con total seguridad, que el abandono que sufre la ciudad de Villa Gdor. Gálvez y la falta de pago de los haberes municipales, no es un problema político sino de gestión.
Pedro Gonzalez
pedrojorgegonzalez@gmail.com
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