jueves, 19 de enero de 2012

Mi versión sobre los últimos hechos delictivos en Villa Gdor. Gálvez‏

Respecto a mis declaraciones en distintos medios, referidas a mi opinión sobre los últimos hechos de violencia registrados en esta ciudad, quiero pedirle a mis vecinos que entiendan el contexto, tiempo y lugar en que fueron emitidas.

En primer término, es público y notorio que es incesante el peregrinar de víctimas o familias de víctimas pidiendo justicia que encuentran, como primer canal para expresar su angustia y desesperación, a este Intendente.
Mi expresión sobre los derechos humanos de ningún modo tuvo la intención de dañar o herir el concepto institucional que nuestro Gobierno Nacional ha adoptado como política de estado y en el cual como peronistas, trabajamos a diario, con la inmediatez que nos da la función que ejercemos.
Mucho se dijo y muchas interpretaciones se hicieron acerca de expresiones mías sobre los hechos que enlutaron la ciudad en estos días, pero veo con tristeza e impotencia, que no consideran la conclusión de que “esto se arregla con educación, cultura y trabajo”.
Vengo del barro y conozco como nadie la injusticia social, fue esto y muchos otros golpes de la vida que me forjaron como peronista.
Como no entender a quienes sufren o sufrieron pérdidas, víctimas de “juicios sumarísimos” que les aplican los delincuentes a ciudadanos indefensos para despojarlos de sus bienes y en muchos casos de su propia vida.
El General Perón nos enseñó que “dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”. Esta es una premisa de la cual nunca nos apartamos los peronistas, como militantes y también como responsables cuando ejercemos el gobierno y tenemos el deber y la obligación ineludible de dar respuestas al clamor social.
Es en el marco de la legalidad que debemos dar esas respuestas. No perdamos de vista que somos los intendentes quienes, como lo dije antes, recibimos a diario el reclamo de los más necesitados, y los más necesitados en el concepto más amplio, son todos aquellos con carencias materiales, espirituales y afectivas. Tal vez, me critiquen las formas en que expreso mis ideas, pero mi conducta, honorabilidad y trabajo diario, son suficientes para echar por tierra cualquier interpretación maliciosa de mis manifestaciones que intente alejarme de la legalidad.
“Hacer mierda”, en mi concepto, es aplicar la ley con el rigor que ella prevé, consecuente con la magnitud del hecho delictivo.
“Derechos Humanos”,como bien jurídico protegido por la ley como política de estado en todas sus manifestaciones, y como objetivo primordial a atender en nuestro trabajo diario.
El delito, como noticia, llena páginas de diarios y ocupa horas de televisión. En nuestra ciudad, como en tantas otras, nos deja la sangre derramada, el dolor de las víctimas o sus deudos, y el vacío que el estado debe intentar cubrir con ayuda y contención social.
El intendente municipal, más aún, con las características nuestras de atención personalizada de vecinos, debe muchas veces ejercer el rol de “confesor”, “psicólogo” y “padre de familias”, en nuestra tarea diaria.
Imagínense ustedes, queridos vecinos y público en general, que requieren mi opinión a través de la prensa, minutos después de haber hablado con familiar del joven asesinado en el marco del un robo, o luego de haberme informado sobre la evolución de la salud del remisero a quien le borraron el rostro de un disparo también en un intento de robo.
“Cagar a palos”, es una expresión que a menudo se utiliza para imprimirle a un trámite todo el rigor que la legalidad exige, pero de ninguna forma, reitero, es consagrar una forma de proceder ilegal y apartado de las herramientas que el estado posee para combatir el delito y a su vez proteger el derecho de víctimas y acusados.
Pido disculpas a quienes, no viviendo en esta ciudad, reciban una interpretación distinta de mis manifestaciones a las que acabo de realizar en la presente, pero pido también, se ubiquen en el marco de tiempo y lugar en que fueron realizadas.
Los que me conocen, sabrán eximirme de mayores consideraciones. Pero a todos les digo, que somos y hacemos lo que la ley manda y la ley nos marca la obligación de atender y expresar el dolor de los vecinos que padecen injusticias. Cualquier otra interpretación y alcance de los dichos no provienen de mí.
Los intendentes somos los destinados por la ley a estar en las “trincheras”de los conflictos sociales, pero con los derechos humanos y con las herramientas que el estado nos provee para lograr el equilibrio social, el movimiento social ascendente, y la protección del ciudadano y sus derechos, en un todo de acuerdo, y con el espíritu solidario que nos indican las políticas gestadas por nuestra presidenta de la nación.
Un abrazo.

PEDRO JORGE GONZALEZ
Intendente Municipal
Villa Gobernador Gálvez

1 comentario:

Anónimo dijo...

mmm...es puño y letra del Intendente???