Reprimir a los trabajadores que manifiestan su reclamo nunca es la solución, muy por el contrario. Debemos estar siempre abiertos al diálogo.
El reclamo nunca va a ser ni simpático ni cordial pero, a pesar de cualquier incomodidad que pueda generarnos, debemos siempre apostar a una instancia de diálogo y evitar a toda costa la Represión a la Protesta Social.
Hoy 13/03/12 la Policía de nuestra ciudad, bajo orden judicial, desalojó a los trabajadores contratados por el Municipio que protestaban frente a las puertas de dependencias municipales.
Dicho hecho no es en absoluto menor ya que nunca antes había sido utilizada la fuerza pública para obligar a levantar una medida de fuerza de los trabajadores.
Hoy 13/03/12 la Policía de nuestra ciudad, bajo orden judicial, desalojó a los trabajadores contratados por el Municipio que protestaban frente a las puertas de dependencias municipales.
Dicho hecho no es en absoluto menor ya que nunca antes había sido utilizada la fuerza pública para obligar a levantar una medida de fuerza de los trabajadores.
Es importante recordar, además, que está en vigencia en nuestra ciudad un Estado de Emergencia Social. En este contexto, parecería que cuando la protesta incomoda a este Ejecutivo, nos olvidamos de la Emergencia Social que, dicho sea de paso, el propio Ejecutivo Municipal actual pidió declarar, y solicitamos la intervención del Poder Judicial, el cual, con sorprendente velocidad, ordena la represión a los trabajadores.
Tengamos cuidado, porque este manejo de las situaciones es peligroso: que un Intendente hable con un Juez y que se ordene inmediatamente reprimir es un hecho tan llamativo como inaceptable.
Estemos atentos a cómo, a partir de este tipo de hechos, se están menoscabando las instituciones democráticas: no hay respeto a la división de poderes ni se respeta el derecho a la protesta y, lo que es todavía peor, un elemento democrático fundamental como es la tolerancia parece no interesarle a nadie.
No queremos la fragmentación sino la paz social, y tenemos que evitar a toda costa el autoritarismo y la victimización, tanto desde el poder como desde el reclamo, porque ya a esta altura deberíamos saber que nadie tiene la verdad absoluta y sólo el diálogo hace avanzar a la democracia y hará progresar a la ciudad.
Esperamos sinceramente que sea éste un hecho aislado y que los conflictos de los trabajadores se solucionen por los canales del diálogo y la tolerancia mutua.
Tengamos cuidado, porque este manejo de las situaciones es peligroso: que un Intendente hable con un Juez y que se ordene inmediatamente reprimir es un hecho tan llamativo como inaceptable.
Estemos atentos a cómo, a partir de este tipo de hechos, se están menoscabando las instituciones democráticas: no hay respeto a la división de poderes ni se respeta el derecho a la protesta y, lo que es todavía peor, un elemento democrático fundamental como es la tolerancia parece no interesarle a nadie.
No queremos la fragmentación sino la paz social, y tenemos que evitar a toda costa el autoritarismo y la victimización, tanto desde el poder como desde el reclamo, porque ya a esta altura deberíamos saber que nadie tiene la verdad absoluta y sólo el diálogo hace avanzar a la democracia y hará progresar a la ciudad.
Esperamos sinceramente que sea éste un hecho aislado y que los conflictos de los trabajadores se solucionen por los canales del diálogo y la tolerancia mutua.
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