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Diez razones por las cuales Kirchner no se pareció a Belgrano
CRISTINA COMPARÓ A NÉSTOR CON EL CREADOR DE LA BANDERA
EN UN ACTO EN ROSARIO
Luego del “histórico” papelón perpetrado en el acto patriótico del pasado 25 de mayo, cuando no mencionó la gesta revolucionaria de 1810 y se dedicó sólo a valorar a su difunto cónyugue, hoy en Rosario la presidenta se reconoció como “una apasionada de la historia”, y pretendió dar cátedra de la materia.
Con enorme liviandad, Cristina intentó comparar las acciones de Néstor Kirchner con las del creador de la bandera, sosteniendo que “él” siguió los senderos trazados por Manuel Belgrano.
Con enorme liviandad, Cristina intentó comparar las acciones de Néstor Kirchner con las del creador de la bandera, sosteniendo que “él” siguió los senderos trazados por Manuel Belgrano.
Vamos a detallarle a esta “estudiosa” mujer diez pequeñas diferencias que hubo entre ambas personalidades.
1- Belgrano fue hijo de un comerciante porteño que decidió gastar buena parte de su fortuna enviando a sus hijos Francisco y Manuel a estudiar a Europa. Deseaba que se instruyeran en Comercio, pero nuestro prócer optó en cambio por el Derecho. Estudió en las universidades de Salamanca y Valladolid, donde se graduó con medalla de oro a los 18 años de edad. Sus notas más destacadas fueron en Economía Política. Tuvo acceso a los libros de Montesquieu, Rousseau y Filangieri, pero terminó abrazando las teorías fisiócratas de Quesnay.
1- Belgrano fue hijo de un comerciante porteño que decidió gastar buena parte de su fortuna enviando a sus hijos Francisco y Manuel a estudiar a Europa. Deseaba que se instruyeran en Comercio, pero nuestro prócer optó en cambio por el Derecho. Estudió en las universidades de Salamanca y Valladolid, donde se graduó con medalla de oro a los 18 años de edad. Sus notas más destacadas fueron en Economía Política. Tuvo acceso a los libros de Montesquieu, Rousseau y Filangieri, pero terminó abrazando las teorías fisiócratas de Quesnay.
Por su parte, Néstor Kirchner repitió el último año de su escuela secundaria en Río Gallegos, siendo, por entonces, el único alumno reprobado para ser maestro de grado.
Además, su certificado analítico de la Universidad de La Plata es todo un misterio y estaría bajo siete llaves. Néstor era pésimo alumno, pero aprobaba las materias como libre, algo que, para Federico Storani (que estudió con la pareja presidencial en esa época) era casi imposible.
Siempre se sospechó que entre la “primavera camporista” de 1973 y el golpe de 1976 Néstor aprovechaba las cátedras paralelas que eran brindadas por “compañeros” docentes peronistas, quienes eran mucho más indulgentes con los militantes que “se la estaban jugando”. De hecho, el 80 por ciento de las materias las aprobó como alumno no regular.
Un dato sobre Economía Política que nos brindó el doctor Jorge Vanossi, profesor emérito de esa casa de altos estudios, además de ex diputado nacional y ex ministro de Justicia de la Nación : Kirchner fue uno de los pocos alumnos que llegó a sacarse un cero en Economía Política. El prestigioso abogado no recuerda en muchos años un bochorno semejante.
2- Belgrano se rodeó de la élite intelectual de España. Por aquel entonces se discutían los principios de igualdad ante la ley, la libertad y las revoluciones de Francia y USA.
Kirchner, quién antes de llegar a la presidencia ya era un millonario con decenas de casas declaradas, nunca había viajado al viejo continente. Sólo conoció Europa en el año 2003, durante una gira como primer mandatario. El siempre prefirió el intercambio intelectual en los bares santacruceños con personajes de la talla intelectual de Rudy Ulloa, Lázaro Báez y Julio De Vido.
3- El general Manuel Belgrano se dedicó al estudio de las lenguas vivas europeas, por lo que, tras su relevo del Ejército del Norte, que quedó a cargo del general San Martín, fue enviado al viejo continente para defender en distintos idiomas el proceso revolucionario iniciado en el Río de la Plata.
Néstor, por su parte, no sabía ni una palabra de inglés, francés o italiano. Por el contrario, tenía fuertes desavenencias con el castellano.
4- La iniciativa de Belgrano ayudó a la publicación del primer periódico de Buenos Aires, el Telégrafo Mercantil, donde él colaboraba. Debió cerrar esta publicación por las críticas que se deslizaban sobre la corona española (1802). También colaboró en el Semanario de Agricultura, Comercio e Industria, donde explicaba sus ideas económicas.
El ex presidente patagónico, mientras tanto, ayudó a la creación de diarios tan prestigiosos como El Argentino y Tiempo Argentino, de Sergio Szpolsky, o bien El Periódico Austral, de Rudy Ulloa.
5- En sus campañas militares, Belgrano llamó la atención por su frugalidad y su modo de vida equiparable al de un soldado raso. Cuando se encontró con el General San Martín en la posta de Yatasto, el padre de la patria le preguntó: “Si no le envían dinero de Buenos Aires, ¿cómo paga la manutención de este ejército?” La respuesta del relevado fue inesperada para el libertador de Chile y Perú: “Con mi propia plata, general, pero ya me he quedado sin nada”.
Néstor Kirchner, por su parte, fue el presidente más rico de la historia democrática reciente, al punto que llegó a duplicar su patrimonio de un año a otro cuando estuvo en la Casa Rosada. Este meteórico crecimiento patrimonial le valió una serie de juicios por enriquecimiento ilícito que fueron, uno a uno, cerrados en forma escandalosa.
6- En el Congreso de Tucumán, Belgrano propuso que se nombrara a un indígena Inca como Rey de esta geografía, ya que los aborígenes eran por entonces mucho más numerosos que la población de Buenos Aires, que apenas sumaba 50 mil almas.
Kirchner tuvo durante su gestión, por lejos, el mayor número de reclamos por parte de los pueblos originarios. El corrimiento de la frontera agrícola dejó sin sus cuñas boscosas a los wichis y los tobas de Chaco y Salta, condenándolos a la desnutrición y la muerte. Por otra parte, nunca cesaron los reclamos mapuches y ranqueles por la constante invasión de los latifundistas patagónicos, en muchos casos extranjeros.
7- Tras la victoria de Salta, Belgrano liberó a los tres mil soldados realistas que había capturado. Su gesto fue criticado por Lamadrid y Dorrego, pero, a la larga, sirvió como ejemplo para las poblaciones del alto Perú.
Kirchner, por su parte, persiguió a sus enemigos hasta el final, siendo incapaz de perdonar a sus contrincantes en una postura maniqueísta que lo acompañó hasta el fin de sus días.
8- Manuel Belgrano se negó siempre a usar su ejército para reprimir los levantamientos de los caudillos del interior argentino. Jamás quiso dividir a los criollos, a pesar de que eso le restaba apoyo del poder central porteño.
Kirchner fue un experto en dividir a la sociedad. Lo logró hasta límites inverosímiles en Santa Cruz, donde hoy no hay ciudad que no esté en pie de guerra, tras 20 años de poder kirchnerista. Lo logró con la 125 y el campo, donde los argentinos llegaron a una división pocas veces vista en las últimas décadas, gracias al fogoneo K desde la Casa Rosada.
9- Belgrano donó los 40 mil pesos oro que le otorgó el poder central por sus victorias en Tucumán y Salta para que se hicieran escuelas, ya que sólo la educación podría garantizar la continuidad de la Revolución.
Kirchner se enojó muchísimo cuando un periodista del grupo Clarín, en la única conferencia de prensa que dio en varios años, le preguntó si donaría su jubilación como ex presidente. “¿Y a vos qué te importa, te mandó Magnetto a preguntarme eso?”, le respondió con cólera.
10- Por último, Manuel Belgrano murió en la total pobreza. Le dio su reloj a su médico Terranova y la tapa de la mesa de su hermano Miguel se utilizó como lápida de su humilde sepulcro, ya que la familia no tenía dinero para pagarla. "Triste funeral, pobre y sombrío, que se hizo en una iglesia junto al río, en esta capital, al ciudadano, brigadier general Manuel Belgrano", escribió el sacerdote Francisco de Paula Castañeda.
Kirchner murió en la total opulencia, luego de haber comprado en varios millones de dólares los hoteles más sofisticados del paradisíaco El Calafate.
No tendrá una tumba, sino un panteón imponente al estilo de los Invalides parisino, donde yace Napoleón Bonaparte. ¿Habrá que inclinarse para ver el descanso final del “Lupo”? ¿Qué nos pasó en estos 200 años de historia?
El resultado es devastador.
CARTA DE UN LECTOR
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