lunes, 22 de noviembre de 2010

BATALLA DE LA VUELTA DE OBLIGADO

“Los interventores habrían visto que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que el de abrir la boca (…) Esta contienda es, en mi opinión, de tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de España”.
General José de San Martín
El 20 de noviembre de 1845, con el pretexto de mediar en el conflicto que se había suscitado en la Banda Oriental entre los caudillos Oribe, a quien Juan Manuel de Rosas apoyaba, y Rivera, una flota invasora compuesta por las potencias de la época, Gran Bretaña y Francia, intenta por medio de la fuerza y prepotencia imperialista remontar el Paraná para llevar sus productos comerciales. En realidad esto último era su principal objetivo. Es decir, hacerse dueña de las vías navegables de los ríos interiores de la Confederación Argentina, con la excusa de la “libre navegabilidad” para desde esas posiciones colocar sus productos y dejar en la ruina a las producciones locales.
En el amanecer del 20 de noviembre se produce el desigual enfrentamiento. Las tropas argentinas estaban al mando del General Lucio N. Mansilla. Con las fuerzas que poseen los defensores de la soberanía de su país, presentan batalla y a pesar de que “pierden” en el enfrentamiento bélico “ganan” granjeándose la simpatía de todo el pueblo y aún de algunos unitarios que ofrecen sus armas a las órdenes de la Confederación.
El General Mansilla es gravemente herido y es reemplazado por el Coronel Juan Bautista Thorne. Pero a las pocas horas se levantó y siguió luchando al grito de “VIVA LA SOBERANA INDEPENDENCIA ARGENTINA”. Las tropas argentinas sufren numerosas bajas y heridos y se pierde gran cantidad de material de guerra.
Finalmente los invasores fuerzan el paso y remontan el Paraná hacia el Norte. Pero, en realidad consiguen una “victoria” relativa puesto que nadie quiere comerciar con ellos. Ello se debía a dos motivos. Por un lado por la pobreza reinante en la zona y principalmente por la defensa del mercado interno que hacían sus habitantes.
Esto dio como resultado que la mayor parte de la mercadería que portaban quedó sin colocar. Esto hizo que el costo financiero de la campaña además de los daños que les infligieron las tropas argentinas, se elevaran enormemente.
BATALLA DE PUNTA QUEBRACHO
“¡Allá los tenéis! ¡Considerad el insulto que hacen a la soberanía de nuestra Patria al navegar, sin más títulos que la fuerza, las aguas de un río que corre por el territorio de nuestro país!
Arenga del General Lucio Norberto Mansilla a sus soldados en el inicio de la Batalla de Punta Quebracho
Al fracasar en su intento, las naves invasoras seis meses después de la Batalla de la Vuelta de Obligado, emprenden la vuelta por el Paraná hacia el río de la Plata.
El 4 de junio de 1846 nuevamente al mando del General Mansilla las tropas argentinas se aprestan a combatir a los invasores. Esta vez instalan sus cañones en lo alto de la barranca, a la altura de lo que hoy es Puerto General San Martín, lejos del alcance de los vapores de guerra ingleses y franceses. El resultado de la batalla es por demás concluyente. Por el lado enemigo, que hay que resaltar poseía poderosas naves blindadas equipadas con torretas giratorias, se destruyen seis buques y se producen 60 muertos. Por parte de las armas argentinas: un muerto y dos heridos.
CONSECUENCIAS:
El 13 de julio de 1846 se da por terminada la intervención de las fuerzas navales anglo-francesas y Sir Samuel Thomas Hood, representando a ambas potencias, presenta ante Juan Manuel de Rosas, “el más honorable retiro posible de la intervención naval conjunta”. Por lo tanto el gobierno argentino obtiene de esta forma:
1) Poner fin al bloqueo naval de Francia e Inglaterra a los Puertos Argentinos.
2) Recuperar la Flota Argentina capturada.
3) Recuperar la Isla Martín García.
4) Un saludo de 21 cañonazos a la Bandera Argentina por parte de cada una de las flotas intervinientes.
5) El reconocimiento de la Soberanía argentina y a sus derechos exclusivos sobre la navegación de los ríos interiores.
Es importante transcribir la opinión del historiador Francisco Hipólito Uzal con respecto a la Batalla de Punta Quebracho.
“El encuentro del Quebracho, aparte de su enorme importancia militar y política, fue el sello definitivo del desastre económico-comercial de una empresa de injusta prepotencia, llevada a cabo por quienes, seguros de su enorme superioridad material, y atropellando sin consideraciones humanas ni jurídicas, todos los derechos de la Confederación Argentina, se proponían un cuantioso dividendo”. Y subraya:
“Visto desde hoy hechos como los del Quebracho nos llenan de orgullo, refuerzan nuestro honor de ser argentinos. En el Quebracho, como en Obligado, como en Malvinas, es donde los argentinos demostraron que el acta firmada en Tucumán en 1816 fue verdaderamente el acta de la Independencia, acciones como éstas son simplemente independencia en acción. Eso es ciertamente la lucha por la soberanía nacional”.
TRATADO SOUTHERN-ARANA : 24 DE NOVIEMBRE DE 1849
Por el mismo, se reconocía a la Confederación Argentina la plena soberanía sobre sus ríos interiores, incluido el río Uruguay en común con la República Oriental. Además se reconocía el derecho de la Argentina de solucionar sus diferendos con el gobierno uruguayo por vías pacíficas o bélicas sin intervención extranjeras, incluyendo el derecho de bloquear puertos enemigos. También se le devolvían la flota capturada y la Isla Martín García, y habría un desagravio de la Bandera Argentina por la flota británica..
Gran Bretaña se reconocía vencida.
TRATADO ARANA-LEPREDOUR: 31 DE AGOSTO DE 1850
Se devolvía las naves argentinas en manos francesas, la Isla Martín García, decidía la evacuación por las tropas extranjeras en Montevideo, reconocía la soberanía argentina sobre el Paraná, y se saludaría con 21 cañonazos el pabellón argentino por parte de la escuadra francesa.
Estos son sucintamente, los acontecimientos históricos de dos batallas que fueron decisivas a la hora de defender nuestra soberanía nacional. Esto por encima de quien estuviera al frente de las relaciones exteriores de la Confederación, el General Rosas. Sabido es que el mismo fue un gran terrateniente y además defensor de los intereses portuarios porteños. No obstante a la hora de enfrentar al invasor extranjero tuvo una actitud de defensa de la soberanía, la cual le valió la mención del General San Martín quien puso su sable a disposición en defensa del suelo patrio. Quienes así no lo entendieron cometieron el error de aliarse a estas potencias para combatir a Rosas, y esto los aisló del pueblo y del propio General San Martín. Tengamos en cuenta que San Martín compara esta empresa con la gesta emancipadora de España.
Hoy, el gobierno de Cristina Fernández de Kirschner, decreta el 20 de noviembre feriado nacional para conmemorar con grandes fastos el Día de la Soberanía.
Ahora bien, nos preguntamos; Qué derechos soberanos se ejercen en nuestras irredentas Islas Malvinas, que siguen usurpadas por el imperialismo inglés, cuando en el Directorio de la empresa explotadora de petróleo que está instalada en la zona figura el Banco Barkalays, a su vez encargado de “negociar” por parte del matrimonio Kirchner,la fraudulenta e ilegítima deuda externa.
Cuando sigue vigente la “ley” 22108/79 de la dictadura que permitió que grupos privados instalaran puertos propios en la zona desde Pto. San Martín hasta Villa Constitución?. Se puede hablar de soberanía cuando en nuestra provincia de San Fe, los puertos están todos en manos de empresas inglesas, holandesas, francesas, chinas, etc y hasta el dragado del río Paraná lo maneja una empresa extranjera de capitales belgas? Hay que recordar con la porfía de los hechos, que una de las consecuencias de las dos heroicas batallas en defensa de nuestra soberanía, fue el reconocimiento por parte de las potencias extranjeras de la libre navegabilidad de nuestro río Paraná. Es acaso lo que hoy ocurre cuando recorriéndolo vemos los muelles con banderas extranjeras?
De que soberanía hablamos cuando desde la Mina Bajo La Alumbrera viene vía ferrocarril hasta Puerto San Martín todo el oro, plata y 65 minerales no declarados que se van al extranjero, lo que hace que este saqueo sea comparable al que los españoles hicieron con las minas de Potosí? El 80% de las exportaciones de cereales y alimentos se van por estos puertos y estas multinacionales no pagan ingresos brutos y nuestros niños se mueren de hambre y de enfermedades evitables. Nuestras barrancas sangran viendo como se va nuestra riqueza, mientras un puñado de empresas engordan sus bolsillos. Es doloroso ver que ni siquiera existen espacios públicos para los habitantes que residen en la ribera del Paraná. Y ni que hablar de la situación de nuestros pescadores que apenas tienen “hilos” de barranca para poder llevar su sustento. Hemos perdido nuestra Marina Mercante y si se quiere reivindicar la soberanía, debemos recuperarla para que seamos nosotros los que comerciemos libremente utilizando nuestro río Paraná como vía de negocios. Esto nos llevaría inevitablemente a la nacionalización de nuestro comercio exterior que posibilitaría el ingreso de genuinas riquezas que serían aprovechadas para el verdadero desarrollo de nuestra población. Qué derechos soberanos se ejercen cuando la presidente viene a proponer hacer negocios en esa timba financiera que es la Bolsa de Comercio donde anidan los pooles de siembra y grandes terratenientes, no importándole el destino de miles de pequeños y medianos productores?
En resumen, creemos que lo del 20 de Noviembre, que legítimamente le pertenece a las mejores tradiciones patrióticas del pueblo argentino no debe ser apropiado por parte de un gobierno que nada tiene de popular y si mucho de doble discurso.
En nombre de nuestros hombres y mujeres que han dado la vida por nuestra patria, tomemos en nuestras manos esta conmemoración y una vez más demostremos que hay otra Argentina. La Argentina de la clase obrera explotada, en la persona de los obreros de Paraná Metal, cuyo dueño Cristóbal López, zar del juego, es amigo de los Kirchner. La Argentina de los Pueblos Originarios, brutalmente masacrados por la “Generación del 80” para construir “su nación”. La Argentina de los Desocupados, que tienen que sostener acampes prolongados para obtener algunas míseras conquistas. La Argentina de los Jubilados con un sueldo de $900, mientras desde el ANSSES, se subsidia a la General Motors. La Argentina de miles de estudiantes que en las calles y las tomas de escuelas y facultades demuestran cual es el camino a recorrer. La Argentina del glorioso argentinazo, que demostró una vez más que el camino de resolución de los problemas está en protagonizar una gran PUEBLADA NACIONAL, que termine con los sufrimientos y así sí pueda conmemorar la verdadera SOBERANIA NACIONAL.

Adolfo Rosas
Historiador de la Ciudad de Villa Gobernador Gálvez

2 comentarios:

Pepereyra dijo...

QUE LOS PARIÓ A LOS GRINGOSSSS...JUNA Y GRAN SIETE...VENIRSE AL CUETE...

Unknown dijo...

Muy buena la nota estimado Sr. Adolfo... sólo se olvidó del foot-ball para todos (porque para eso sí hay "inversiones")