viernes, 21 de mayo de 2010

MANIFIESTO DE LA ESPERANZA (Gracias Alberto)

El pasado 8 de mayo a los pies de la Virgen de Luján, convocados por nuestra responsabilidad cívica y como hombres de Fe en Dios pronunciamos este Manifiesto de la Esperanza, porque entendemos que como país debemos salir del desánimo y caminar juntos guiados por nuestra Fe.
En él decimos que:
Creemos en la dignidad intocable de la vida humana y nos comprometemos a respetarla y a hacerla respetar integralmente en todas sus etapas.
Creemos en el valor de la transparencia y la honestidad. Nos comprometemos a cumplir con nuestros deberes familiares, cívicos y fiscales y también nos comprometemos a exigir el mismo comportamiento en nuestros representantes políticos; a no votarlos si incumplieren con ello y a movilizar a la opinión pública para que haga lo mismo.“No robarás” es un mandato para todos, sin excepción.
Creemos en el respeto a las leyes por sobre todo otro interés personal o grupal y nos comprometemos a respetarlas y a hacerlas respetar democráticamente. “Sin ley no hay verdadera libertad: existen solo pasiones, desorden y anarquía”
Creemos en el fortalecimiento de nuestra instituciones republicanas, único camino para la construcción de un país para todos.
Creemos en el federalismo que supone y exige la necesaria y justa autonomía política y financiera de las provincias.
Creemos en el diálogo social. Es imprescindible lograr “consensos básicos” sobre un modelo de país, que nos abarque a todos. Trabajaremos y exigiremos a nuestros políticos ese dialogo.
Creemos en la participación ciudadana. Debemos pasar de ser simple habitantes a ciudadanos comprometidos con lo público. Pasar de una democracia delegativa a una democracia participativa y comprometida .No tenemos derecho a quejarnos de nuestros políticos si no participamos en lo público.“Debemos crecer en la conciencia de ser pueblo”
Creemos en la importancia esencial de la educación y el trabajo digno como las verdaderas herramientas de desarrollo de nuestros hijos y de inclusión social de todos nuestros compatriotas.Si la máxima del Centenario fue “gobernar es poblar”, la del Bicentenario debe ser “gobernar es educar”.
Queremos ser Nación con mayúsculas, una Nación cuya pasión sea la verdad y el compromiso por el bien común.
Por eso ponemos nuestra Esperanza y trabajo en este compromiso, porque si lo cumplimos:
ES POSIBLE que cada vida humana en nuestra Patria sea protegida y respetada desde el momento de la concepción sin ningún tipo de discriminación por sexo, edad, raza, situación socio económica o estado de salud. Que sea tratado siempre como una persona.
ES POSIBLE lograr las condiciones mínimas para la plena integración social de cada habitante de esta bendita tierra, y su grupo familiar con igualdad básica de oportunidades. Que no haya más hermanos nuestros que tengan hambre o estén excluidos. “Que la Patria sea para todos”.
ES POSIBLE que nuestros niños cuenten con un hogar que los contenga y los proteja. Que todas las políticas de inclusión social tengan como eje el fortalecimiento familiar. Que se promueva el matrimonio como realmente es, una comunidad estable de vida y amor entre una mujer y un hombre.
ES POSIBLE que todos nuestros niños y jóvenes reciban la educación que les permita su pleno desarrollo laboral, social y espiritual.
ES POSIBLE que nos consolidemos como pueblo.

DEPARTAMENTO DE LAICOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA – MAYO 2010

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